Agua el principio de todas las cosas, De esta forma la define Tales de Mileto, a lo largo de nuestra existencia, el agua se convierte en una compañera inseparable, ya que es nuestro primer entorno, donde nos desarrollamos durante 9 meses antes de nacer, en un medio líquido.
Somos cada uno aproximadamente un 70% de agua, y a medida que envejecemos , este porcentaje se hace menor, siendo el efecto observable a simple vista: la piel pierde elasticidad y belleza, sufriendo un proceso de deshidratación natural.
Siempre presente en nosotros , usamos el agua para: beber, cocinar, para el aseo, como refresco, para divertirnos y relajarnos, para fortalecernos, y evidentemente, para utilizarla en como elemento terapéutico.
De esta forma ha sido para el hombre elemento fundamental de vida, tanto en su composición como en sus utilidades. Desde el principio de los tiempos, la inmersión del cuerpo en el agua y su permanencia en ella fue utilizada por el ser humano, al igual que los animales, como uso higiénico y como medida beneficiosa ante determinados males . Siendo a través de los siglos y las culturas usado como remedio curativo y valorado de forma muy diferente.
Por todo esto es casi lógico que los tratamientos fisioterápicos que utilizan agua son afines con la naturaleza humana.